Desde que existe el cine de ciencia ficción, todas aquellas películas de este género que trataban de extraterrestres, excepto algunas como ET y Encuentros en la Tercera Fase o como Alien, Depredador y Critters, han tratado de la invasión de la Tierra por extraterrestres. Todas estas películas sobre invasiones extraterrestres no se han hecho porque sí: algunas son alegorías sobre episodios de la Historia de la Humanidad, tales como el régimen nazi alemán. Y otras, sin embargo, surgen del “temor” a que algún día podríamos ser invadidos por extraterrestres en la vida real. Este temor se “fundamenta” en el llamado fenómeno OVNI. La opinión más extendida entre los que creen en los OVNIS es que estos son naves espaciales extraterrestres. En base a esta creencia muchos se han preguntado cuales pueden ser las intenciones de los tripulantes de los OVNIS y algunos temen que estén aquí para invadirnos. El origen, por tanto, de todas estas películas sobre invasiones extraterrestres está en el intento de los cineastas de imaginarse como podría ser una invasión alienígena en la realidad.
El caso es que, pensándolo fríamente, si pensamos en estas películas como intentos de imaginarse como seria una invasión extraterrestre en la realidad, se trata de películas muy fantasiosas, pues aunque existieran extraterrestres de verdad, lo más probable es que, si contaran con un nivel de desarrollo de su tecnología lo suficientemente alto como para venir a la Tierra desde vete tu a saber que planeta, también estarían lo suficientemente evolucionados “espiritualmente” como para haber superado sus inclinaciones al mal y venir aquí en son de paz. Por tanto, lo que nosotros más deberíamos temer es, más que ser invadidos por extraterrestres, lo que podríamos nosotros hacer si ahora descubriéramos un planeta habitado y tuviéramos una tecnología que nos permitiera viajar a él: viendo como las civilizaciones humanas más desarrolladas hemos tratado a nuestros congéneres menos desarrollados, lo que más deberíamos temer es que cuando nosotros salgamos al espacio, nos podamos liar a invadir nosotros otros planetas.
Pues bien, parece que por fin un cineasta ha pensado en esta otra posibilidad más realista: James Cameron.
Efectivamente, desde hace unos cuatro años, James Cameron (Terminator, Titanic) esta inmerso en la producción de Avatar, un largometraje que promete revolucionar la industria del cine, no solo porque va a estar completamente hecha a ordenador y pretende llevar los efectos especiales a un nuevo nivel de desarrollo, sino también porque parece que va a cambiar para siempre el cine de ciencia ficción sobre extraterrestres, pues, precisamente, trata, no de la invasión de la Tierra por extraterrestres, sino todo lo contrario, de la invasión de otro planeta por nosotros.
Efectivamente, Avatar narra la historia de cómo al descubrir la existencia de un planeta extrasolar al que bautizamos como Pandora que alberga vida, los humanos nos lanzamos a colonizarlo, a invadirlo, para explotar sus recursos naturales.
La película, además de estar completamente hecha a ordenador, será en 3D. La novedad, sin embargo no está aquí, sino en que, al parecer no es una peli en 3D como otras que ya se han hecho, como Beowulf o la más reciente Ice Age 3, con las que el 3D deja indiferente al espectador o, incluso, le resulta molesto, sino que es una peli en la que el 3D está tan bien utilizado que algunas personas que dicen haber tenido el privilegio de haber visto algún trozo de ella ya, como un periodista de la revista TIME, afirman que es toda una experiencia que te deja con una fuerte sensación visceral de “querer más”. James Cameron ha revelado que ello se debe a que han buscado hacer una película en la que el 3D penetre en el cerebro de una manera que jamás hemos visto. Y es que según un neurólogo de la UCLA, el Dr. Méndez, es posible que Cameron haya podido aprovechar el trabajo de los sistemas cerebrales que están inalterados por el cine en 2D. Uno de estos sistemas es el que orienta a una persona dentro del mundo que le rodea.
El Dr. Méndez ha dicho: “El 3D crea un espacio real que provoca una especie de GPS en el interior. Es algo muy excitante”. El Dr. Méndez afirma haber utilizado esta realidad virtual con veteranos de la Guerra de Irak, encontrándose él mismo dentro de un desagradable Irak virtual muy real. “Aquello me acompañó durante días”, dice, lo cual viene a corroborar la experiencia del periodista de TIME con la película.
Lo cierto es que siempre que se ha hablado de la película ha sido para decir que revolucionará el cine por los efectos especiales y por el 3D. Incluso Cameron ha dicho que quería hacer con Avatar una película de la trascendencia de Star Wars en lo que a los efectos especiales se refiere, pero que no cuenta con lograrlo en lo que a la historia, al argumento, se refiere.
Pero desde mi punto de vista, la verdad, con semejante argumento, creo que también desde el punto de vista del mismo, también nos encontramos con una película con un gran potencial para convertirse un fenómeno de masas como Star Wars.
Pero eso ya lo veremos.