¿Después de «Next Dimension» vendrá la «Saga del Cielo»?

 

 

 

En un principio, esta iba a ser una entrada en la que, como he hecho otros años, pretendía hacer un resumen de las distintas noticias relacionadas con Saint Seiya surgidas en el mes de agosto de este año.

Y es que, efectivamente, en el mes de agosto de este año han surgido varias noticias sobre Saint Seiya que yo había decidido recoger en una sola entrada porque son noticias «cortas», que no dan para escribir una entrada dedicada a cada una de ellas por separado.

Sin embargo, una vez empecé a escribir dicha entrada, según iba escribiendo sobre la primera noticia que quería recoger en ella, cuando me quise dar cuenta; llevaba ya seis páginas escritas hablando de ella.

Por ello, finalmente, decidí reconvertir esa entrada en la que pretendía recoger todas las noticias de agosto en una dedicada en exclusiva a esa primera noticia. Y es que, esa primera noticia es una que, aunque como tal es corta, es una que, por ser sobre el asunto sobre el que es, es pertinente explicar ciertas cosas que las personas no familiarizadas con Saint Seiya pueden necesitar saber para entender de qué vamos a hablar en esta entrada.

Sin embargo, aunque al final haya decidido escribir una entrada dedicada en exclusiva a esa noticia en concreto, ello no significa que, al final, no vaya a escribir la entrada que pretendía escribir recogiendo las noticias de agosto; sino que lo que he decidido es «sacar» de dicha entrada esa noticia y dedicarle una entrada en exclusiva, y, en la primera, solamente recoger las otras noticias.

Y es que esa primera noticia que iba a recoger en la entrada dedicada a todas las noticias de Saint Seiya surgidas en agosto de este año es la de que, el día 4 de Agosto, a raíz de abrirse los preorders del número 10 de este año de la revista Champion Red en la tienda Gamers, se hizo pública la ilustración de la portada de esta.

Lo que hace que esta sea una noticia de la que merezca la pena hacerse eco es que se trata de una imagen que ha causado revuelo entre los fans de Saint Seiya debido a lo que aparece en ella. Y es que se trata de una ilustración dibujada por Masami Kurumada en la que se puede ver a Seiya de Pegaso (¿o quizá Tenma?) y, detrás de él, tres montañas con un templo griego en su cumbre cada una. Esto, junto al resto de elementos que aparecen en la imagen, ha hecho que esta haya sido interpretada por los fans de Saint Seiya como una ilustración con la que Masami Kurumada estaría anunciando el próximo lanzamiento de lo que se conoce entre los fans como «Saga del Cielo».

Cómo ya he explicado en otras entradas, Saint Seiya se divide, como otros mangas y animes (sobre todo, de su estilo) en varias partes denominadas «sagas». Estas se denominan así porque suelen ser conjuntos de capítulos en los que el protagonista se enfrenta a un determinado villano a lo largo de estos, por lo que estas partes, estos conjuntos de episodios, suelen ser «bautizados» como «Saga de» y el nombre del villano en cuestión.

De esta forma, y cómo ya también he explicado en algunas entradas pasadas, Saint Seiya, en concreto, se divide en la «Saga del Santuario», la «Saga de Asgard», que es una saga que solo existe en el anime; la «Saga de Poseidón» y la «Saga de Hades».

En lo que respecta al manga original escrito y dibujado por Masami Kurumada, y sin tener en cuenta Next Dimension y las distintas secuelas, precuelas y spin-offs escritos y dibujados por otros autores; las sagas antes mencionadas son todas y las únicas de las que se compone Saint Seiya: es todo lo que tenemos, no hay más; es todo lo que existe.

Sin embargo, cómo quizá recuerden aquellos de quienes lean esto que sean seguidores habituales de este blog, ya también en otras entradas (concretamente, tres) comenté que, aunque el manga original acaba con la Saga de Hades, la idea de Kurumada, en su momento, era haber escrito y dibujado una saga más, conocida popularmente entre los fans (ya que no tiene título oficial por no haberse hecho) como «Saga del Cielo», llamada así porque Kurumada pretendía que tratase de que Seiya y los demás debían enfrentarse a los doce dioses del Olimpo.

Sin embargo, por aquel entonces, todo se quedó en eso, una idea; porque, como ya también hemos explicado en alguna otra entrada, Saint Seiya empezó a decaer en popularidad en Japón a partir de la Saga de Asgard del anime, por lo que este fue cancelado tras la realización del último capítulo de la Saga de Poseidón.

Pues bien, parece ser que la caída de la popularidad de Saint Seiya no solo afectó al anime, sino también al manga.

Efectivamente, al parecer (al menos es el rumor que corre por Internet), la caída de la popularidad de Saint Seiya no solo provocó que Toei Animation decidiera cancelar el anime, quedándose de esa forma la Saga de Hades sin animar; sino también que Shueisha decidiera cancelar el manga.

De esta forma, según este rumor, Shueisha empezó a presionar a Masami Kurumada para que este concluyera el manga cuando terminara la Saga de Hades, por lo que el mangaka se vio obligado a poner Saint Seiya en «hiato» tras dicha saga.

Sin embargo, como ya también hemos explicado en alguna otra entrada, en torno al año 2002, Toei Animation se decidió a animar la Saga de Hades, alentada a ello por el hecho de que un fan francés de Saint Seiya creara un video hecho a modo de opening de la Saga de Hades y este llamara la atención lo suficiente como para que fuera exhibido en un evento de manga y anime. Como ya también hemos explicado, Toei Animation, sin embargo, al principio quiso ir sobre seguro y, aprovechando que, desde el punto de vista del escenario en que se desarrolla la acción de la Saga de Hades, esta se divide en tres partes, una que se desarrolla en el Santuario de Atenea, en el mundo de los vivos; otra que se desarrolla en el Hades y una tercera que se desarrolla en los Campos Elíseos; al principio, solamente hizo una miniserie de 13 OVAs que abarcaba la parte que se desarrolla en el mundo de los vivos.

Esta miniserie de 13 OVAs, sin embargo, tuvo mucho éxito, lo que animó al estudio a adaptar a anime el resto de la Saga de Hades en la forma de otras dos miniseries de OVAs que abarcaban cada una de las otras dos partes de la Saga de Hades, la que se desarrolla en el Inframundo y la que se desarrolla en los Campos Elíseos.

Pero el éxito de la primera de las tres miniseries de OVAs que adaptan a anime la Saga de Hades, la que adapta la parte ambientada en el mundo de los vivos; no solo animó a Toei Animation a realizar nuevos animes de Saint Seiya, sino que también animó a Masami Kurumada a retomar la franquicia. Efectivamente, alentado por ello, Masami Kurumada decidió lanzar un nuevo manga de Saint Seiya, aunque, en esta ocasión, junto a otro mangaka, Megumu Okada: el manga Saint Seiya: Episodio G.

También ya en otras entradas he explicado que todo esto ha desembocado en que Saint Seiya haya vivido un «revival» desde entonces hasta hoy, pues es lo que ha provocado que hoy día tengamos todos los animes y mangas que tenemos.

Sin embargo, lo que nos interesa aquí es que el éxito de la miniserie de OVAs que adaptan a anime la parte de la Saga de Hades ambientada en el mundo de los vivos, Saint Seiya: Capítulo de Hades – Santuario; animó, por un lado, a Toei Animation a lanzar un quinto largometraje en animación 2D; y, parece ser, a Kurumada a retomar la idea de realizar la Saga del Cielo.

Y es que, efectivamente, como también ya hemos explicado en otras entradas, en 2004, Toei Animation decidió realizar una quinta película en animación 2D y, aprovechando que le ofrecieron a él escribir el guion, Masami Kurumada escribió y presentó al estudio un guion por el cual esta quinta película sería la primera de una trilogía en la que se nos narraría la Saga del Cielo.

Cómo también hemos explicado ya, sin embargo, Toei Animation introdujo en esta película, Saint Seiya: Tenkai Hen – Overture (Saint Seiya: Capítulo del Cielo – Obertura) ciertos cambios que no gustaron a Kurumada. Esto, amén de tener una serie de consecuencias que han acabado perjudicando a la franquicia, al menos, en su rama audiovisual; tuvo como consecuencia que, de nuevo, la Saga del Cielo quedara en suspenso. Pero, en cierto sentido, no por mucho tiempo.

 

Cartel cinematográfico de «Saint Seiya: Tenkai Hen – Overture»

 

El caso es que, como también ya hemos explicado en este blog, una de las consecuencias que tuvo el encontronazo entre Toei Animation y Kurumada a causa de Tenkai Hen – Overture, fue la de que Kurumada decidiera lanzar el manga Saint Seiya: Next Dimension – Myth of Hades.

Aunque he hablado de cosas relacionadas con él en este blog en entradas como la dedicada a la figura Myth Cloth EX OCE del Caballero de Oro de Ofiuco, hasta ahora nunca he hablado de este manga en sí mismo.

Por ello, para aquellos de quienes lean esto que no sean seguidores de Saint Seiya y/o que solo vieran el anime clásico en los 90, permitidme que me detenga a hablar un poco de este manga. Saint Seiya: Next Dimension es un manga escrito y dibujado por Masami Kurumada que, hoy por hoy, es la secuela directa y canónica del manga original de Saint Seiya.

Originalmente concebido como un manga escrito y dibujado como una precuela en la que se nos narraría la Guerra Santa contra Hades del siglo XVIII, Kurumada no tardó mucho en reconvertirlo en una secuela.

Efectivamente, aunque, en un principio, este manga empieza como una precuela en la que se nos narra la guerra contra el dios Hades anterior a la batalla narrada en el manga original; ya a partir del capítulo 10, Kurumada lo reconvierte en una secuela a través de la introducción en la historia de Suikyo, un personaje que nos es presentado como un Caballero de Atenea traidor que se ha pasado al bando de Hades y que antes era el Caballero de Plata de la Copa. También se nos explica que la armadura de Caballero de este personaje, la Armadura de Plata de la Copa, tiene la capacidad de mostrarte tu futuro si, en su «modo object», la llenas de agua y miras tu reflejo en esta última.

 

Suikyo de Copa

 

Utilizando este giro de la trama como trampolín, Kurumada reformula la premisa de este manga, y lo convierte en uno escrito y dibujado a modo de prólogo, preludio, de la Saga del Cielo.

Efectivamente, a partir de este momento, este manga pasa a narrarnos una historia en la que la Atenea del presente, Saori Kido, realiza un viaje en el tiempo hasta el siglo XVIII para hacerse con la Espada de Hades con el objetivo de destruirla para que el Rey del Inframundo no pueda herir con ella a Seiya en el presente.

Y es que, «reciclando» algunos elementos de la película Tenkai Hen – Overture, a partir del capítulo 14, este manga pasa a narrarnos como, tras la batalla contra Hades, Seiya se encuentra en una especie de estado catatónico «atado» a una silla de ruedas debido a una maldición que pesa sobre la Espada de Hades por la que cualquiera que sea herido por ella pierde su cosmos y queda convertido en una especie de muerto en vida. No solo eso, sino que, también, de alguna forma, la espada, su esencia, queda clavada en el cuerpo de la victima, incrustándose cada vez más, hasta que, a los tres días; la mata definitivamente.

Por ello, Saori/Atenea, acompañada de Shun de Andrómeda; acude al Olimpo, al templo de la Diosa de la Luna Artemisa, para pedir a esta que la envíe a través del tiempo al siglo XVIII para poder hacerse con la Espada de Hades y destruirla. Al principio, Artemisa se niega a ayudarla y, en un «guiño» al final de Tenkai Hen – Overture, le dice que si sigue mostrando tanto apego a los humanos y contrariando a los dioses, estos la castigarán retirándole su condición divina y condenándola a vivir como una humana más en la Tierra.

 

Artemisa encarándose con Atenea en «Next Dimension»

 

Ante la insistencia de Atenea, sin embargo, Atemisa finalmente le explica que, de todas formas, ni ella ni Apolo pueden ayudarla aunque quisieran; que el único que tiene poder para ayudarla a viajar a través del tiempo es Chronos, el Dios Primordial del Tiempo (no confundir con Chronos, el Titán; son dos personajes, dos dioses, distintos tanto en la mitología griega como en Saint Seiya). Atenea, entonces, acude a este dios, este acepta ayudarla y, finalmente, ella y Shun viajan al siglo XVIII.

 

Ubicación del Olimpo en la que se encuentra la morada de Chronos, el Dios Primordial del Tiempo, en «Next Dimension»

 

A partir de este momento, este manga pasa a narrarnos como, al hacer este viaje en el tiempo AteneaShun; se produce una paradoja espacio-temporal por la que el Universo empieza a destruirse y, en el siglo XVIII, resucita el decimotercer Caballero de Oro, el Caballero de Oro de Ofiuco; y este se enfrenta a Atenea, pues busca vengarse de ella porque en la era mitológica intentó convertirse en el igual de los dioses y Atenea lo castigó por ello enviándolo al Tártaro y «borrando su existencia de la Historia».

Al entrar en escena este personaje, este manga nos narra, también, cómo este comienza a recorrer los Doce Templos, desde el Templo de Aries hasta el suyo propio, que, basándose en la ubicación en el cielo de la constelación de Ofiuco en la vida real; se encuentra entre los templos de Escorpio y Sagitario; en vez de luchando contra cada uno de los otros Caballeros de Oro, limitándose a preguntarles si se unirán a él en contra de Atenea o no y, independientemente de lo que le contesten, poniéndolos a dormir con su poder de hipnosis.

 

Odiseo de Ofiuco

 

Y es que, en este manga, una vez más, Kurumada hace que entre los Caballeros de Oro haya caballeros «traidores». Pero, en esta ocasión, son caballeros «traidores» (entre comillas) porque, en realidad no lo son, pues no se trata de que hayan traicionado a Atenea y se hayan pasado al bando de Hades, sino que son personajes que están en contra de Saori porque, ya sea por que lo han visto ellos mismos en la Armadura de la Copa, o porque se lo dijera Suikyo o el Gran Patriarca; saben que no es «su Atenea», saben que es «una Atenea venida del futuro» que, por ello, pondrá en peligro el equilibrio del Universo, además de que obstaculizará el advenimiento de «su Atenea», de la Atenea del siglo XVIII. Y es que, efectivamente, otra de las consecuencias que tiene la presencia de Saori en el siglo XVIII es la de que la Atenea de la época (que se llama Shasha, como en The Lost Canvas) caiga en una especie de profundo sueño, no pudiendo de ese modo asumir el liderazgo del Santuario y dirigir a los Caballeros en la lucha contra Hades.

 

Shasha. la reencarnación de Atenea del siglo XVIII en «Next Dimension»

 

Este manga se empezó a publicar en el año 2006 (a la vez que, por otro lado, el manga Saint Seiya: The Lost Canvas. De hecho, de ahí los paralelismos entre ambos, pues, en un principio, iban a ser sendos mangas que nos iban a narrar la misma historia, solo que uno contándola desde el punto de vista de Shion de AriesDohko de Libra, y el otro contándola desde el punto de vista de Tenma de PegasoAlone, la reencarnación de Hades en el siglo XVIII). Sin embargo, este manga sigue aún en curso de publicación debido a que, no se sabe bien por qué, ha seguido un ritmo de publicación muy irregular, con grandes periodos de espera entre el lanzamiento de una tanda de capítulos y el de la siguiente.

Ahora, sin embargo, el final de este manga se acerca, pues según lo anunciado por el propio Kurumada y su equipo, la próxima tanda (que constará de ocho capítulos) será la última.

Y de ahí el «revuelo» que ha causado la imagen publicada en agosto. Y es que, como se desprende de todo lo que acabo de explicar sobre Next Dimension, es de suponer que, una vez termine este manga, Kurumada empezará a trabajar en la Saga del Cielo, pues, como hemos visto, es adonde parece «llevarnos» la historia narrada en este; ya que, es de suponer, lo que está ocurriendo en este manga será lo que haga que los otros dioses del Olimpo se enfaden con Atenea y tomen la decisión de castigarla de algún modo y/o de destruir a la Humanidad.

Por eso, la imagen sobre la que hemos hablado al principio de esta noticia ha causado este «revuelo» entre los fans de Saint Seiya, ya que vendría a confirmar que, efectivamente, una vez termine Next Dimension, Kurumada comenzará la Saga del Cielo.

De hecho, esta imagen ha causado este «revuelo» no solo por el hecho de que confirme que Kurumada sigue teniendo en mente realizar la Saga del Cielo; sino también por el hecho de que Kurumada la haya dibujado y publicado ahora, pues el motivo por el que Kurumada habría decidido dibujar y publicar esta imagen ahora, no puede ser otro más que el de anunciar, o bien que, de hecho ya está trabajando en la Saga del Cielo; o bien que tiene la intención de empezar a escribirla y dibujarla en cuanto hayan terminado de publicar los últimos ocho capítulos de Next Dimension.

Y es que, volviendo a la imagen, esta es una que ha sido interpretada por los fans de esta forma por lo siguiente: al principio de esta noticia expliqué que esta imagen se trata de una en la que aparece Seiya de Pegaso y, detrás de él, tres montañas con un templo en su cumbre cada una. Pues bien, esta imagen sería una a través de la cual Kurumada nos estaría anunciando el próximo lanzamiento de la Saga del Cielo, porque esos tres templos son un trio de templos de los cuales uno es, precisamente, el Templo de Artemisa que aparece en Next Dimension; y los otros dos son los que, según la propia imagen, serían los del dios Apolo y… El dios Zeus.

Y la imagen no deja lugar a dudas de que los otros dos son los templos de Zeus y Apolo, por un lado, por su diseño; y, por otro, por lo que aparece en el cielo de la imagen, sobre cada uno de ellos.

Efectivamente, la imagen es una que no deja lugar a dudas de que es una con la que Masami Kurumada está aludiendo a la Saga del Cielo porque es una en la que el autor de Saint Seiya nos lo «ha puesto con las letras bien grandes».

Y es que, deteniéndonos a realizar una descripción y un análisis más detallados de la imagen, esta es una que deja claro que alude a la Saga del Cielo porque, teniendo en cuenta que es una en la que podemos ver tres templos en la cumbre de otras tantas montañas y que uno es el de la diosa Artemisa en Next Dimension; es una imagen en la que se puede ver claramente que los templos que aparecen en ella son los templos que poseen tres dioses en el Olimpo de Saint Seiya.

Y es que, como se nos revela en Next Dimension, en el mundo ficticio de Saint Seiya, el Olimpo no es una única montaña, sino toda una cordillera, toda una cadena montañosa formada por varias montañas; de modo que la morada de los dioses no sería un solo edificio, sino todo un complejo formado por, al menos, doce templos, uno por cada dios olímpico; situados cada uno en la cumbre de cada una de las montañas de la cadena montañosa.

 

El «monte» Olimpo tal como aparece en «Next Dimension»

 

En lo que respecta a los templos, decimos que esta es una imagen con la que Kurumada nos lo «ha puesto con las letras bien grandes» porque, amén de que el de Artemisa sea el mismo que el de dicha diosa en Next Dimension; los de Zeus y Apolo está bien claro que son los de esos dioses porque tienen grabado en su frontón un rayo, el de Zeus, y un sol, el de Apolo, además de que este último tiene en su tejado tres esculturas que representan llamas de fuego.

En cuanto a lo que aparece en el cielo de la imagen sobre cada uno de los templos, también podemos decir que no deja lugar a dudas de que los templos son los de esos tres dioses porque lo que aparece en el cielo sobre ellos es la Luna, en el caso de el de Artemisa; el Sol, en el caso del de Apolo; y una luz muy brillante, en el caso del de Zeus; la cual, como curiosidad, decir que ha sido interpretada por algunos fans como una representación de esa idea que tenemos en la cultura judeocristiana de la luz como representación de Dios; en lugar de cómo una alusión a los rayos de Zeus.

Por otro lado, por si pudiera quedar alguna duda, otro de los motivos por los que podemos decir que esta es una imagen con la que Kurumada nos lo «ha puesto con las letras bien grandes» es que, de hecho, lo ha hecho en un sentido literal: efectivamente, en la imagen, aparecen «grabados» en la ladera de cada montaña los nombres «Artemis» (Artemisa), «Zeus» y «Apollon» (Apolo).

Esta imagen, aparte de haber sido publicada en la portada del número 10 de este año de Champion Red; ha sido regalada en una versión textless, «limpia»; como afiche a todos aquellos que reservaron la revista en Gamers. De hecho, fue porque fue una captura del mismo lo que esta tienda subió a la página de reservas de la revista por lo que supimos de esta ilustración por ser de esa forma como la hizo pública esta tienda.

Dicho todo esto, conviene aclarar que, sin embargo, que Kurumada haya dibujado y publicado esta imagen no significa que vayamos a tener «ya» una Saga del Cielo en Saint Seiya, pues, como ya hemos comentado, Next Dimension aún sigue en curso de publicación, por lo que lo más probable que ocurra es la segunda de las dos posibilidades que hemos apuntado antes: la de que Kurumada no comience a escribir y dibujar la Saga del Cielo hasta que haya terminado Next Dimension. Lo que ocurre es que, como ya solamente faltan ocho capítulos para que termine Next Dimension, con un poco de suerte, tampoco debería faltar mucho para que podamos ver los primeros capítulos de la Saga del Cielo publicados.

Esperemos que sea así, y que, a no mucho tardar, podamos ver la Saga del Cielo hecha realidad y que, como todos los fans de Saint Seiya esperamos, esta sea ese «impulso» que esta franquicia de manga y anime necesita para alcanzar el lugar que muchos opinamos que merece ocupar, pues, si bien ya es una franquicia de éxito, muchos fans creemos que merece tener aún más.

Aquí la versión textless de la imagen de la portada del número 10 de Champion Red.

 

 

Nota: Quiero agradecer a los fanartistas Carlos Alberto Lam Reyes y LadyHeinstein que me hayan permitido usar la ilustración que aparece al principio de esta entrada como imagen de cabecera de la misma; pues esta es un fanart dibujado por Lam Reyes y colorizado por LadyHeinstein. Ambos son unos artistas que han alcanzado renombre entre los fans de Saint Seiya cuyos trabajos gozan de una gran aceptación entre estos, por lo que les estoy profundamente agradecido a ambos por permitirme usar este fanart como cabecera de esta entrada.

 

Episodio 3: ¡Cisne! El Guerrero de las Tierras Heladas

 

 

 

Estreno: 25 de Octubre de 1986.

Guion: Takao Koyama.

Director: Kazuhito Kikuchi, Kozo Morishita y Atsutoshi Umezawa.

 

Reparto de Seiyus y de dobladores españoles:

Seiya de Pegaso: Toru Furuya/Juan José López Lespe.

Motorista: Desconocido/Víctor Agramunt.

Makoto: Noriko Uemura/Lydia Zorrilla.

Miho: Naoko Watanabe/Isabel Fernández Avanthay.

Akira: Yumi Toma/Maribel Sánchez.

Saori Kido: Keiko Han/Ana Isabel Hernando.

Tokumaru Tatsumi: Yukitoshi Hori/Vicente Gisbert.

Hyoga del Cisne: Koichi Hashimoto/Jon Crespo.

Yakov: Tomiko Suzuki/Gádor Martín.

Jabu del Unicornio: Kosuke Meguro/José Núñez.

Ichi de la Hydra: Masato Hirano/Jesús Díaz.

Locutor del Torneo Galáctico: Masashi Hironaka/Vicente Martínez.

 

Sinopsis: Seiya camina por el puerto, camino de su nueva casa, cuando ve acercarse una motocicleta cuyo conductor va conduciendo haciendo «caballitos» y derrapes. Seiya le hace señas pidiéndole que pare y le lleve. El motorista para, pero, en vez de dejarle subir a su moto, le dice «cansa andar, ¿no?»; y arranca. En respuesta, Seiya echa a correr detrás de él, le alcanza y, cuando el motorista, asustado, acelera; se sube a la moto de un salto.

Mientras tanto, Miho, Makoto y otros dos niños están esperando a Seiya frente a la nueva casa de éste. Mientras esperan, hablan entre ellos y, cuando uno de los otros dos niños le cuenta a Miho algo que Makoto no quería que se supiese, Makoto persigue al niño que se ha ido de la lengua y ambos se caen al agua. En ese momento, llega Seiya y los saca del agua.

Tras esto y una escena en la que Saori y Tatsumi hablan de los dos últimos Caballeros que quedan por regresar a Japón, los del Cisne y del Fénix; la acción se traslada a Siberia, donde vemos cómo un chico rompe el hielo del Mar de Siberia Oriental, se sumerge en el agua, entra en un barco hundido para ver a su difunta madre y, después, recoge su armadura de Caballero, la del Cisne, tras romper un glaciar.

 

 

Tras esto, «volvemos» a Japón, donde va a celebrarse un nuevo combate del Torneo Galáctico: aquel en que deben enfrentarse Cisne e Hydra. Cuando Cisne tarda en llegar, Jabu y Seiya mantienen una conversación por la que nos enteramos de que el Caballero del Cisne se llama Hyoga.

Justo en ese momento, llega Hyoga y comienza el combate entre él e Ichi de la Hydra. Al principio, Ichi parece llevar las de ganar, pues, aunque, al parecer, los golpes que asesta a Hyoga no son lo suficientemente fuertes para hacerle daño de verdad a Hyoga; le clava unas garras envenenadas que posee la Armadura de la Hydra hasta en tres ocasiones.

 

 

Sin embargo, justo después de que le clave las garras por tercera vez, cuando Ichi creía haber ganado el combate porque Hyoga iba a caer muerto por efecto del veneno; el primero se lleva una desagradable sorpresa cuando ve que no solo Hyoga no cae muerto, sino que congela el tercer trio de garras que le había clavado, haciendo que estas caigan al suelo y queden hechas añicos al tocar este. Hyoga le explica entonces que su armadura es lo suficientemente resistente como para que las garras no la puedan traspasar y derrota a Ichi de un solo golpe con la técnica del Polvo de Diamantes.

El episodio termina tras esto, cuando Hyoga baja del ring y les dice a Seiya y al Caballero del Dragón que a cual de ellos dos derrotará él en el siguiente combate que tenga que librar.

 

 

Claves Mitológicas y Astrológicas: En esta ocasión, tal cómo ya comenté en la entrada/resumen del capítulo 2 que pasará con casi todas las entradas/resúmenes de capítulos de la Saga del Santuario, solo hemos de hablar de dos constelaciones y los mitos asociados a estas. En el caso que nos ocupa, cómo se trata del de la entrada/resumen del capítulo 3, que es en el que se nos presenta a Hyoga del Cisne y se nos narra su combate contra Ichi de la Hydra en el Torneo Galáctico; hemos de hablar de las constelaciones del Cisne y de la Hydra.

-Cygnus, que es el nombre original griego de la constelación del Cisne, es una constelación del hemisferio norte que atraviesa la Vía Láctea. Es una de las más reconocibles constelaciones del verano y otoño boreales y presenta un prominente asterismo conocido como la Cruz del Norte. Forma parte de las 48 constelaciones recogidas por Ptolomeo en el Almagesto y de las 88 constelaciones reconocidas en la actualidad por la Unión Astronómica Internacional.

 

 

La constelación de Cygnus contiene una de las más brillantes estrellas del cielo nocturno, Deneb, la cual es también la más distante estrella de primera magnitud y ocupa uno de los vértices del llamado Triangulo de Verano. Contiene también algunas notables fuentes de rayos x y la asociación estelar gigante de Cygnus OB2. Una de las estrellas del asterismo de la Cruz del Norte, NML Cygni, es una de las estrellas más grandes actualmente conocidas. La constelación es también el hogar de Cygnus X-1, una estrella binaria de rayos x distante que contiene un compañero masivo supergigante e invisible que fue el primer objeto ampliamente considerado como un agujero negro. Se han descubierto muchos planetas extrasolares en sistemas estelares de Cygnus como resultado de la observación de una parte del cielo en un área alrededor de Cygnus durante la Misión Kepler.

La mayor parte del este de Cygnus contiene la Gran Muralla Hércules-Corona Boreal como objeto de cielo profundo, un filamento gigante de galaxia que es la estructura más grande conocida en el universo observable, que cubre la mayor parte del cielo del norte.

Siendo una constelación muy grande, Cygnus está rodeada por Cefeo al norte y al este, Dragón al norte y al oeste, Lira al oeste, Vulpécula al sur, Pegaso al sureste y Lacerta al este. La abreviatura para la constelación, adoptada por la UAI en 1922, es «Cyg». Los límites oficiales de la constelación, tal como fueron establecidos por el astrónomo belga Eugène Delporte en 1930, se definen como un polígono de 28 segmentos. En el sistema de coordenadas ecuatoriales, las coordenadas de ascensión derecha de estos límites se encuentran entre 19h 07,3m y 22h 02,3m; mientras que las coordenadas de declinación están entre 27,73º y 61,36º. Cubriendo 804 grados cuadrados y alrededor del 1,9% del cielo nocturno, Cygnus es la 16ª constelación de las 88 en tamaño.

Cygnus culmina (alcanza su máxima altura en el cielo con respecto a la vista del observador) a la medianoche del 29 de Junio y es más visible por la noche desde principios del verano hasta mediados del otoño en el hemisferio norte.

Normalmente, se considera que las estrellas Delta y Épsilon de Cygnus forman las alas del cisne. Deneb formaría la cola y Albireo la punta del pico.

Hay varios asterismos en Cygnus. En el atlas estelar del cartógrafo estelar alemán del siglo XVII Johann Bayer, Uranometria, Alpha, Beta y Gamma Cygni forman la parte vertical de una cruz, mientras que Delta y Épsilon forman la parte horizontal. Este científico consideró en aquel entonces la nova P Cygni como el cuerpo de Cristo.

La constelación de Cygnus tiene varios mitos asociados a ella, en lugar de solo uno. De hecho es una constelación sobre la que podemos decir esto no solamente porque tenga más de un mito griego asociado a ella, sino también porque es una constelación que ha sido reconocida cómo una constelación que representaría la figura de un cisne por otras culturas y que, por tanto, también tendría asociados a ella mitos relativos al cisne de mitologías de otras culturas. Nosotros, sin embargo, aquí, vamos a limitarnos a solamente hablar de los mitos griegos asociados a esta constelación. Estos son, en concreto, cuatro: el mito de Leda y el cisne, el mito de Orfeo, el mito del rey Cycnus y el mito de Faetón.

1.-El mito de Leda es el más conocido de los mitos asociados a la constelación de Cygnus. Según este mito, Cygnus representaría al dios Zeus transformado en cisne para seducir a Leda.

Leda fue, según la mitología, una princesa etolia que se convirtió en reina de Esparta al casarse con el rey Tindáreo.

Tindáreo, huyendo de Esparta después de que su hermano Hipocoonte usurpara el trono, llegó a la corte de Testio y este lo casó con Leda. Más tarde, Hércules mató a Hipocoonte y sus hijos y restituyó a Tindáreo en el trono de Esparta.

Un tiempo después de esto, el dios Zeus se enamoró de Leda y bajó del Olimpo transformado en cisne para seducirla.

Cómo ocurre con muchos mitos, hay, en este caso, dos versiones sobre como sucedieron las cosas en este punto. Una versión refiere que Zeus se acercó a Leda transformado en cisne mientras esta paseaba a orillas del río Eurotas fingiendo ser atacado por un águila y, por ello, buscar protección refugiándose en el regazo de Leda. Otra versión, sin embargo, refiere que fue en la misma noche que Leda se acostó con Tindáreo cuando Zeus bajó transformado en cisne y yació con Leda.

Es así cómo, debido a esto, Leda dio a luz a cuatro hijos, siendo dos inmortales, semidioses; y mortales los otros dos. Además, ambas parejas de hermanos eran parejas de hermano y hermana.

Efectivamente, de la unión de Leda con Zeus nacieron Helena y Pólux y de la unión de esta con su esposo Tindáreo nacieron Clitemnestra y Cástor.

 

 

Hay, sin embargo, una tercera versión según la cual no fue a Leda a quien Zeus sedujo transformado en cisne, sino a la diosa Némesis, siendo de esta forma el hecho de que Némesis se había transformado en oca para escapar de él, el motivo por el cual Zeus se transformó en cisne.

Según esta versión, a consecuencia de la unión de Zeus y Némesis, esta diosa puso un huevo del cual nacería Helena y que un pastor encontró en el bosque (se supone que tras ser abandonado por Némesis) el cual se lo entregó a Leda, la cual lo guardó en un arca hasta que, llegado el momento, nació Helena, a quien Leda crio como a su propia hija. Otras versiones dicen que el huevo fue entregado a Leda por el dios Hermes.

Para conmemorar el nacimiento de Helena, Zeus creó la constelación de Cygnus, el Cisne, en el cielo.

 

 

2.-El segundo mito asociado a la constelación de Cygnus es, como ya hemos dicho, el mito de Orfeo.

El mito de Orfeo, por regla general, se asocia con la constelación de la Lira, pues el mito de Orfeo refiere que, tras la muerte de este, Zeus puso su lira entre las estrellas creando, de ese modo, la constelación homónima.

Sin embargo, hay una versión del mito de Orfeo según la cual Zeus, efectivamente, crearía la constelación de la Lira en honor a Orfeo, pero más cómo forma de «inmortalizar» la propia lira de este; mientras que, como forma de homenajear al propio Orfeo, crearía la constelación de Cygnus.

 

Ninfas escuchando a Orfeo tocar la lira

 

3.-El tercer mito relacionado con Cygnus, el mito del rey Cycnus, es un mito que relaciona esta constelación con la historia de rey Cicno de Colonas.

Según la mitología, el rey Cicno de Colonas fue hijo del dios Poseidón y la ninfa Cálice. Nació en secreto y fue descubierto en una playa por unos pastores que, al ver un cisne descender sobre el niño, lo llamaron Cicno.

Ya de adulto, se convirtió en rey de Colonas, en la Tróade, y se casó con Proclea, hija de Laomedonte o de Clitio, con quien fue padre de Tenes y Hemítea. Tras la muerte de Proclea se casó con Filónome, hija de Trágaso.

Filónome, entonces, se enamoró de Tenes, su hijastro. Pero cuando Tenes la rechazó, le calumnió ante Cicno. Cicno, montando en cólera, arrojó a Tenes y Hemítea al mar encerrados en un cofre; aunque, según otras versiones, fue el propio Tenes quien se arrojó al mar.

Más tarde, sin embargo, cuando se supo la verdad, Cicno ordenó enterrar viva a su esposa y fue en busca de Tenes, quien había llegado a la isla de Ténedos y se había convertido en su rey. Algunas tradiciones refieren que, cuando llegó a Ténedos, Tenes, para evitar que Cicno pudiera desembarcar en la isla, cortó el ancla del barco de su padre.

Aún así, de alguna forma, parece ser, padre e hijo se reconciliaron y, más tarde, participaron juntos en la Guerra de Troya, luchando en el bando troyano. Murieron ambos en esta, a manos de Aquiles. Según el mito, Cicno era invulnerable al hierro, por lo que Aquiles, para matarlo, lo estranguló con la correa de su casco o golpeándole con una piedra.

Según este mito, el origen de la constelación de Cygnus estaría en el hecho de que, tras la muerte de Cicno, su cuerpo desapareció cuando los dioses lo transformaron en cisne cuando Aquiles volvió para coger la armadura de Cicno.

4.-El cuarto y último mito relacionado con la constelación de Cygnus es, como ya hemos señalado, el de Faetón. Sin embargo, en realidad, la constelación de Cygnus se relaciona, en este caso, más que con Faetón y su historia, con otro personaje mitológico que interviene en la historia de Faetón y que, según algunas versiones, sería su amigo y, según otras, su amante. Dicho personaje es aquel llamado Cicno que era hijo de Esténelo.

En la mitología, este Cicno era, como ya hemos dicho, hijo de Esténelo y, según Ovidio, de la oceánide Clímene. Cómo hijo de Esténelo, fue rey de Liguria tras su padre.

Al ser su madre la oceánide Clímene en la versión del mito recogida por Ovidio, era, también, medio hermano de Faetón, según dicha versión.

Según esta versión, Faetón era medio hermano de Cicno porque, aunque su madre era Clímene, su padre era el dios sol, Helios.

El mito de Faetón cuenta que, al ser hijo del dios Helios, a este le gustaba presumir de ello ante sus amigos. Sus amigos, sin embargo, nunca le creían. Uno de ellos, Épafo, alardeaba a su vez de ser hijo de Zeus para competir con Faetón, lo que enojó a Faetón, por lo que este acudió a Helios y le pidió que le dejara conducir el carro del Sol por un día. Helios accedió, pero cuando Faetón estaba ya conduciendo el carro, se dejó llevar por el pánico y los caballos se desbocaron causando con ello que el sol siguiera un curso errático causando grandes desastres. Zeus intervino entonces y lanzó un rayo contra el carro para pararlo. Esto provocó que Faetón cayera del carro del sol, muriese a causa de la caída y que su cuerpo sin vida cayera al río Erídano.

Enterado de la noticia de la muerte de su medio hermano, Cicno quedó tan apenado que, a partir de entonces, pasó el resto de su vida deambulando día y noche por las orillas del Erídano lamentando la muerte de Faetón, por lo que, apiadándose de él, los dioses lo transformaron en cisne.

Aún así, Cicno siguió recordando la muerte de su amigo, por lo que continuó lamentándose por ello, sin atreverse a levantar el vuelo y viviendo en el elemento opuesto al fuego. Los cisnes son conocidos por lamentar la muerte de su compañero durante días, lo que hace que sea posible que este mito surgiera como explicación a este comportamiento de este animal. Según Virgilio, Cicno lamentó la muerte de Faetón hasta su vejez, por lo que los dioses cambiaron sus canas en plumas y lo convirtieron en cisne.

Pausanias explica que este Cicno era un famoso músico que, tras su muerte, fue transformado en cisne por Apolo. Servio, por su parte, describe a Cicno como músico y amigo de Faetón y afirma que fue convertido en cisne por Apolo y, más tarde, puesto entre las estrellas por este mismo dios.

 

-Hydra es la más extensa de las 88 constelaciones modernas y forma parte de las 48 catalogadas por Ptolomeo en el Almagesto. Comúnmente representada cómo una serpiente acuática, la constelación se extiende a ambos lados del ecuador celeste. Limita al sur con Libra y Centauro y al norte con Cáncer. No debe ser confundida con Hydrus, una constelación austral de menor tamaño.

 

 

Hydra es la constelación moderna más grande, con un área de 1303 grados cuadrados. A pesar de su tamaño, solo contiene una estrella con magnitud inferior a 2, Alphard, Alfard o Cor Hydrae, nombres por los que es conocida Alpha Hydrae. Esta es una gigante luminosa naranja de tipo espectral K3II-III con una luminosidad bolométrica 946 veces mayor que la del Sol y un radio 56 veces más grande que el radio solar.

La segunda estrella más brillante es Gamma Hydrae, una gigante de tipo G8IIIa distante 132 años luz, cuyo radio es 13 veces mayor que el del Sol. En esta constelación hay varias gigantes muy parecidas a Gamma Hydrae, de esta forma, Zeta Hydrae, la tercera estrella más brillante, es también una gigante amarilla de tipo G9II-III algo más grande y luminosa que Gamma Hydrae. Xi Hydrae es una gigante de tipo G7III estudiada en el campo de la astrosismología; su superficie, al igual que la del Sol, se mueve de arriba a abajo produciendo ondas sonoras, siendo este comportamiento comparable al de un gran instrumento musical «ultrabajo». Igualmente es una gigante de estas características Ípsilon Hydrae (oficialmente llamada Zhang), también de tipo G7III, que está acompañada por una enana marrón que gira en una órbita excéntrica a una distancia media de 3,9 unidades astronómicas respecto a la estrella.

Ashlesha (Épsilon Hydrae) es un sistema estelar múltiple cuyas dos componentes principales son una gigante amarilla y una subgigante blanca de tipo A5IV. La distancia real entre ambas oscila entre 3,5 y 16,6 unidades astronómicas debido a la notable excentricidad de la órbita, siendo el periodo orbital de 15,09 años. Una estrella adicional blanco-amarilla, que, visualmente, se encuentra a entre 3 y 4 segundos de arco y que es, a su vez, una binaria espectroscópica; completa una órbita en torno al par interior cada 590 años.

Entre las variables (un tipo de estrella) de la constelación destaca R Hydrae, una variable Mira cuyo brillo oscila desde una magnitud de 3,5, siendo observable a ojo desnudo, hasta un 10,9 cuando solo puede ser observada con un telescopio. El periodo de variación de R Hydrae se ha ido acortando con el transcurso del tiempo: antes del año 1700 era de unos 495 días, en 1900 era de 420 días, y a partir de 1950 se ha mantenido en su valor actual, 389 días. V Hydrae es una estrella de carbono y una de las estrellas más rojas del cielo nocturno, con un índice de color B-V de +5,5. Sufre erupciones de plasma a gran escala cada 8,5 años atribuidas al periastro de una compañera cercana y no visible. Otra variable interesante es TW Hydrae, una enana naranja de tipo espectral K8Ve a 184 años luz de distancia del Sistema Solar: es la estrella T Tauri más cercana al Sol y, como tal, una estrella muy joven, con una edad de 8 a 10 millones de años.

En Hydra hay varias estrellas con planetas extrasolares orbitándolas. Gliese 433 es una enana roja de tipo M1.5V con dos planetas que se mueven en órbitas a 0,054 y 4,69 UA respectivamente. También Gliese 357 tiene tres planetas, uno de ellos dentro de la zona de habitabilidad de la estrella. GJ 90156, otra enana roja, posee un planeta de tipo «supertierra» con un breve periodo orbital de solo 2,65 días. Sin embargo, HD 90156 es una enana amarilla algo más fría que el Sol (de tipo espectral G5V) con un planeta considerado un «Neptuno caliente», pues tiene una masa comparable a la de Neptuno pero su periodo orbital es de solo 49,8 días. HD 82943 es otra enana amarilla, aunque de tipo G0V, con dos planetas más masivos que Júpiter. En esta estrella se ha detectado una alta cantidad de litio-6, un isótopo que no se crea de forma natural en las estrellas, por lo que el hecho de que exista esta alta concentración del mismo en esta estrella tiene que deberse a que uno o varios planetas, o al menos material planetario, hayan caído en la estrella.

En Hydra también se encuentran dos cúmulos estelares registrados en el catálogo Messier. El cúmulo abierto M48, distante unos 1500 años luz, tiene una edad estimada de 300 millones de años y su estrella más caliente es de tipo espectral A2. Por el contrario, M68 es un cúmulo globular mucho más distante, unos 33.000 años luz, cuyos miembros están dispersos en un volumen de 106 años luz de diámetro y que contiene 42 variables conocidas. NGC 5694 es un distante cúmulo abierto formado hace unos 12.000 millones de años, por lo que es uno de los más antiguos de la Vía Láctea. Otro objeto de interés es NGC 3242, una nebulosa planetaria de magnitud aparente 8,60 que está aproximadamente a 1750 pársecs de distancia. Su estrella central tiene una temperatura de 75.000 Kelvin. Coloquialmente es conocida como «Fantasma de Júpiter».

Como objetos celestes que, en vez de encontrarse en esta constelación, sino que, aunque no pertenezcan a esta, o, incluso, a nuestra galaxia; podemos verlas al mirar hacia Hydra, tenemos M83, una galaxia espiral barrada (conocida como el Molinillo Austral) situada a unos 15 millones de años luz, siendo así una de las galaxias espirales barradas más cercanas a la Tierra. Forma parte de la Agrupación Galáctica de M83. Se han observado seis supernovas en esta galaxia, la última de ellas en 1983. Aun más cerca de nuestro planeta tenemos NGC 3109, una galaxia irregular magallánica, que, por otro lado, bien pudiera ser una pequeña galaxia espiral. Si así fuera, sería la galaxia espiral más pequeña del Grupo Local. Su disco parece estar compuesto de estrellas de todas las edades, mientras que el halo contiene solamente estrellas muy viejas pobres en metales. ESO 510-G13 es otra galaxia espiral «de» esta constelación. Se sitúa aproximadamente a 150 millones de años luz. Tiene como característica peculiar una nube de polvo muy deformada alrededor de su ecuador, lo que sugiere que puede haber colisionado con otra galaxia y que actualmente está en proceso de incorporarla.

El Cúmulo de Hydra, también llamado Abell 1060, es un cúmulo de galaxias a unos 190 millones de años luz y que contiene 157 galaxias brillantes; tiene una extensión de casi diez millones de años luz y tiene una proporción elevada de materia oscura. También en esta constelación «está» la fuente de radio Hydra A, otro grupo de galaxias que se encuentra a una distancia de 840 millones de años luz y que recibe su nombre de la citada radiofuente, la cual se origina en una galaxia cerca del centro del cúmulo. Las observaciones en el espectro visible muestran unos pocos cientos de galaxias en el cúmulo, mientras que las observaciones en rayos x han revelado la existencia de una gran nube de gas caliente que se extiende a lo largo del cúmulo. Dicha nube de gas, de varios millones de años luz de largo, tiene una temperatura de unos 46 millones de grados kelvin en la región interior.

La constelación de Hydra es también una constelación con más de un mito griego asociado a ella. Tiene, concretamente, dos mitos griegos asociados, de los cuales, uno es aquel que a mucha gente le sugerirá el nombre de la constelación: el de la Hidra de Lerna, el famoso monstruo de nueve cabezas que tuvo que matar Hércules en uno de sus doce trabajos. Sin embargo, nosotros, aquí, vamos a posponer el hablar de este mito para las «Claves Mitológicas y Astrológicas» del resumen de otro capítulo. Ello se debe a dos motivos: primero, porque si bien, esta constelación ha sido bautizada como Hydra, por su forma y por como es representada en los mapas celestes, etc.; parece estar más relacionada con el otro mito que vamos a ver aquí, cosa que, por otro lado, parece que es más bien en lo que se basó Masami Kurumada para diseñar la Armadura de Bronce de la Hydra, aunque él mismo, en el manga, y Toei Animation, en el anime, nos refieran el mito de la Hydra de Lerna.

El segundo es que considero más apropiado dejar el hablar del mito de la Hydra de Lerna para el resumen de otro capítulo, concretamente el 15, porque en este aparece un personaje cuya armadura parece estar inspirada, en este caso sí, en la Hidra de Lerna por su diseño.

Ese otro mito asociado a Hydra es, en realidad, el mito asociado a las constelaciones del Cuervo (Corvus) y la Copa (Crater).

Este es un mito según el cual Apolo tenía un cuervo como sirviente. Un día, lo envió a buscar agua, pero este se retrasa porque encuentra unos higos y espera a que maduren para comérselos y, cuando finalmente recoge el agua en una crátera, regresa al Olimpo llevando una serpiente a la que culpa de su demora diciendo que, cada vez que él llenaba de agua la crátera, la serpiente se la bebía. Según el mito, Apolo se dio cuenta del engaño del cuervo y, montando en cólera, arrojó al cuervo, la copa y la serpiente al cielo, donde se convirtieron en constelaciones. El mito también explica la situación de las tres constelaciones en el cielo afirmando que las tres quedaron dispuestas de tal forma que el cuervo no pudiera beber de la copa.

 

 

 

Curiosidades: En este capítulo se nos presenta los otros dos niños del orfanato que tendrán cierta amistad con Seiya, Akira y Tatsuya.

 

Akira

 

Tatsuya

 

-Aunque todavía no aparece en él, en este capítulo se menciona a Ikki del Fénix. Se le menciona en una escena en que Saori se encuentra sentada en el porche de la Mansión Kido, cuando llega Tatsumi trayéndole todos los periódicos que hablan del Torneo Galáctico y Saori le pregunta si se sabe algo de él y de Hyoga. Sin embargo, en esta escena, se le menciona refiriéndose a él solamente como el Caballero del Fénix. Esto es algo que merece la pena comentarlo porque, como veremos en el apartado de curiosidades del resumen del capítulo 6, en este último los guionistas jugarán con la idea de que Seiya y los demás no sabrán a ciencia cierta quien es el Caballero del Fénix, aunque tendrán sus sospechas de que pueda tratarse, efectivamente, de Ikki.

-En este capítulo se nos presenta a Hyoga del Cisne. Este personaje nos es presentado en una escena en la que podemos ver como va a visitar a su madre, de modo que ya se nos introduce la subtrama que gira en torno a la idea de que la madre de Hyoga murió en el naufragio de un barco en el Mar de Siberia Oriental, justo en la zona en la que Hyoga estuvo siguiendo su entrenamiento para Caballero, por lo que este, inconsolable por su muerte, se sumerge en el agua siempre que puede para bajar buceando hasta el barco y entrar en el camarote de su madre para verla. Esto es algo que Kurumada incluyó en el manga como un episodio de la vida personal de Hyoga que este personaje arrastrará consigo no ya solamente en el manga original y el anime clásico, sino en toda la franquicia (aunque, a partir de la Batalla de las Doce Casas de la Saga del Santuario, en menor medida). De hecho, aunque acabará superando hasta cierto punto el trauma de la muerte de su madre, el personaje no solo tendrá que lidiar con esta pérdida, sino también, según avance la serie, como iremos viendo en los resúmenes de los respectivos capítulos en que tienen lugar, con la pérdida de su maestro (maestros, en el anime), y su compañero de entrenamiento.

Por otro lado, merece la pena señalar que esta subtrama sobre la muerte de la madre de Hyoga parece estar inspirada, precisamente, en uno de los cuatro mitos griegos asociados con la constelación del Cisne: el del personaje mitológico llamado Cicno que era el medio hermano (o amigo o amante) de Faetón.

Para terminar, me parece que merece la pena señalar que, durante toda la serie, se nos mostrará el cadáver de la madre de Hyoga como que, debido a lo fría que está el agua del Mar de Siberia Oriental, se conserva completamente intacto, no mostrando ni el más leve signo de descomposición. Esto, muy seguramente, se deba solamente a que Kurumada quiso dibujar a la madre de Hyoga así para no «traumatizar» a los lectores (recordemos que Saint Seiya es un shonen, un manga dirigido a adolescentes), pues aunque algunas veces hayamos oído o leído en los medios de comunicación sobre cadáveres de personas o animales que han sido encontrados incorruptos, ello es, más bien, una simple forma de hablar, pues, por mucho que, como en este caso, un animal o una persona muera congelada a una temperatura muy baja; su cadáver siempre se deteriorará de un modo u otro, aunque no llegue a descomponerse del todo.

 

 

-Como ya señalé en las curiosidades del anterior capítulo, este incluye una escena que, según el manga, debería haberse incluido en el capítulo precedente: la escena en la que se nos da a los espectadores una de las explicaciones que en el manga se nos dan en la escena de la rueda de prensa que comentamos en la anterior entrada: la explicación sobre por qué se ha organizado el Torneo Galáctico. Efectivamente, en el capítulo que nos ocupa, en la escena en que está a punto de comenzar el combate entre Hyoga del Cisne e Ichi de la Hydra, se incluyó una secuencia en la que Saori explica al público que asiste al Torneo quien y por qué se organizó el Torneo Galáctico. De esta forma, se nos explica a nosotros, indirectamente, porque fueron reunidos Seiya y los otros nueve personajes que participan en el Torneo por Mitsumasa Kido y porque fueron enviados por este a sus respectivos campos de entrenamiento para convertirse en Caballeros de Atenea. De esta forma, se nos explica que Kido reunió a Seiya y los otros para enviarlos a entrenarse para convertirse en Caballeros porque, unos años antes, Kido descubrió la Armadura de Oro de Sagitario cuando, durante un viaje por un país del norte de Europa (no se nos dice cual), la vio en una tienda de antigüedades, la compró y, tras investigar sobre ella, descubrió la existencia de los Caballeros. Esto, junto a su pasión por los deportes de lucha, le llevó a marcarse el objetivo de organizar un gran torneo de lucha entre Caballeros en el que el ganador del mismo se llevase como «premio» la Armadura de Oro de Sagitario. Todo esto, sin embargo, como se verá en posteriores capítulos, no es más que una explicación que se da al gran público dentro de la ficción de la serie «de cara a la galería», una «cortina de humo» creada por Kido para justificar ante el mundo el que se haya organizado el Torneo Galáctico. El verdadero motivo por el que Kido organiza el torneo, sin embargo, como veremos en su respectivo resumen, es el que se nos explicará a los espectadores en el capítulo 9.

Por otro lado, también en esta escena, al igual que ocurre en la de la rueda de prensa del manga, se nos explica quienes son los Caballeros de Atenea. Sin embargo, la información que se nos da en el anime no es toda la que se nos da en el manga. Mientras que en el manga se nos explica, amén de lo mismo que en este capítulo del anime, que los Caballeros son guerreros dotados de una fuerza y poder sobrehumanos porque son guerreros que han aprendido a hacer explotar y controlar su cosmos y explicándosenos algo que en el anime no se nos explicará hasta el capítulo 16, donde nos es explicado por boca de Mitsumasa Kido cuando Saori le pregunta porque «las fuerzas del Mal» quieren hacerse con la Armadura de Oro; en el anime solo se nos explica que los Caballeros son guerreros protegidos por las constelaciones, de modo que «hay tantos Caballeros cómo constelaciones hay en el cielo», o sea, «en total, 88» Caballeros. Y que, precisamente, por esta correspondencia entre los Caballeros y las constelaciones, hay doce de ellos protegidos por las doce constelaciones del zodiaco, los cuales son aquellos que «se lo han ganado» por sí mismos, por «haber demostrado durante su entrenamiento una valentía excepcional y un gran espíritu de sacrificio», los cuales son, por ello, los únicos con «derecho a portar la Armadura de Oro».

 

 

Por otro lado, sobre esto, me parece que merece la pena comentar lo siguiente: en la entrada/resumen del capítulo 2 comenté que, en dicho episodio, la Armadura de Oro se nos presentaba cómo la única de su clase. El caso es que, efectivamente, por un lado, tenemos que, hasta el capítulo 36, todo dará a entender que la de Sagitario es la única Armadura de Oro; pero, por otro, tenemos que ya en este capítulo se nos habla de doce caballeros que estarían protegidos por las doce constelaciones del zodiaco, los cuales son los únicos con «derecho a portar la Armadura de Oro». ¿Significa esto que ya en este capítulo se nos estaba revelando (eso sí, veladamente) la existencia de los doce Caballeros de Oro y las doce Armaduras de Oro? No parece que sea el caso, pues, por lo que se ha hecho público, Saint Seiya es un manga y anime que se fue «construyendo» sobre la marcha y, por tanto, siempre según lo que se ha hecho público, Kurumada no tenía pensado en un principio incluir doce armaduras de oro; simplemente, según fue llegando el momento de darle un final a la Saga del Santuario, decidió crear las restantes once armaduras de oro y rediseñar la de Sagitario, como, por otro lado, veremos en el resumen del capítulo 37 del anime. ¿Pero entonces por qué esta referencia en este capítulo a doce caballeros protegidos por las doce constelaciones/signos del zodiaco y por qué se hace a Saori decir que «solo ellos tienen derecho a portar la Armadura de Oro»? Simplemente, porque esto es también parte de lo que le explica Saori a los periodistas en la escena de la rueda de prensa en el manga. Pero entonces, ¿significa esto que esa información sobre que la de la existencia de doce Caballeros y Armaduras de Oro fue una «idea de última hora» de Kurumada es falsa? No necesariamente. Si tenemos en cuenta lo que le explica Mitsumasa a Saori en el capítulo 16 del anime, parece que se trata más bien de que la idea de Kurumada era que, de una forma similar a como, de hecho, pretendía Mitsumasa hacer a través del Torneo Galáctico, Atenea o el Santuario lo que hacían era reunir a los doce Caballeros más valientes y poderosos de los 88 y, de entre estos, elegir al que debía portar la Armadura de Oro y liderar al resto.

Al parecer, a pesar de más tarde cambiar de opinión y añadir las otras once Armaduras de Oro, Kurumada nunca ha abandonado del todo esta idea, pues en varios mangas «spin-off» de Saint Seiya, sobre todo en The Lost Canvas, se ha caracterizado al Caballero de Oro de Sagitario como aquel que, por debajo de Atenea y el Gran Patriarca, sería, como mínimo, el líder de los Caballeros de Oro.

-Como se puede ver ya en este capítulo, los «superpoderes» de Hyoga se basan en el frío y el hielo. Es curioso que Masami Kurumada establezca esta relación entre los cisnes y el frío y el hielo, pues, en realidad, no hay ninguna relación entre estos animales y esos dos «elementos»; ya que, en realidad, los cisnes suelen vivir en zonas de clima templado. Se podría pensar que el mangaka ha establecido esta asociación basándose en lo comentado en las Claves Mitológicas y Astrológicas de que, según el mito del personaje mitológico llamado Cicno que era medio hermano de Faetón, este, tras ser transformado en cisne, permaneció viviendo en «el elemento opuesto al fuego», el agua. Sin embargo, lo más seguro es que Kurumada diera a Hyoga «poderes» relacionados con el frío y el hielo inspirándose en el hecho de que la constelación del cisne es también llamada la Cruz del Norte.

-En este capítulo, una vez más, nos encontramos con varias diferencias entre el manga y el anime. La primera es una diferencia que podemos encontrarla, concretamente, en la escena de presentación de Hyoga. Dicha diferencia es una de la que ya hablé en la entrada titulada «Saint Seiya: Los Personajes: Los Caballeros de Bronce Protagonistas», concretamente, en el apartado de esta dedicado a Ikki del Fénix. En dicha entrada, al hablar de este personaje expliqué que una de las diferencias que hay entre el manga y el anime está en los motivos por los que Ikki del Fénix se enfrenta a los otros cuatro protagonistas, pues mientras que en el manga se enfrenta a ellos porque desea vengarse por haber sido enviado a la Isla de la Reina Muerte, en el anime, además de por ese motivo, se enfrenta a ellos porque le envía el Santuario. Pues bien, esta diferencia entre el manga y el anime se debe a que Kurumada hace que la venganza sea el único motivo por el que Ikki quiere matar a los otros cuatro protagonistas en el manga porque ya había hecho en el capítulo 5 (que es el que se corresponde con el 3 del anime) que fuera otro personaje al que el Santuario enviaba a eliminar a Seiya y los demás. Y ese personaje no es otro más que, efectivamente, Hyoga del Cisne. Y es que el capítulo 5 del manga incluye en la escena de presentación de Hyoga varias viñetas en las que podemos ver como Yakov le entrega a Hyoga una carta del Santuario y como, después de recoger la Armadura del Cisne y ponérsela, el segundo le dice al primero que debe irse porque la carta era una en la que el Santuario le encomendaba la misión de eliminar a Seiya y los demás.

 

Hyoga recibe una carta del Santuario encomendándole la misión de eliminar a Seiya y los demás

 

-Otra diferencia que existe entre el manga y el anime en este capítulo la podemos encontrar en la escena en que Jabu y Seiya hablan de Hyoga tras la presentación del Torneo hecha por Saori al público. En esta escena, la diferencia está en el motivo por el cual Jabu está bajando del ring del Coliseo Graude al principio de la escena. En las entradas/resúmenes de los capítulos 1 y 2 comenté que en el manga no existe la escena del combate entre Jabu del Unicornio y Ban del León Menor. Y, efectivamente, es cierto, pues en el manga no existe «escena» del combate entre Jabu y Ban como tal. Por el contrario, lo que sí existe en el manga es una viñeta en el capítulo 5 en la que se puede ver a Ban tumbado en el suelo, con la armadura rota, como si acabara de ser derrotado, y a Jabu de pie, sonriendo por estar contento por haber ganado el combate. De esta forma, la diferencia entre el manga y el anime que podemos encontrar en esta escena está en que, mientras que en el anime Jabu está bajando del ring por haber estado en él junto a los otros siete Caballeros para ser presentado al público, en el manga está bajando de él por haber estado luchando con Ban del León Menor.

 

 

-La última diferencia entre el manga y el anime que podemos encontrar en este capítulo está en que, en el manga, en el capítulo 5, se revela que el combate entre Ikki del Fénix y Nachi del Lobo tendría que haber tenido lugar antes que el combate entre Hyoga e Ichi a través del hecho de que Kurumada hace decir al locutor del Torneo que «les anunciamos que el Caballero del Fénix, que tenía que participar en el tercer combate, todavía no ha hecho acto de presencia…». Diferencia entre ambas fuentes que se debe a que, por el contrario, en el anime, en el capítulo 7, los guionistas hacen decir al locutor solamente que «vamos a asistir ahora al combate eliminatorio que debía enfrentar la semana pasada al Caballero del Fénix contra el Caballero del Lobo», cosa que, a los espectadores, no nos sirve de indicio para deducir entre qué otros dos combates iría el combate entre Ikki y Nachi en el anime.

 

Episodio 2: ¡Arde! Los Meteoros de Pegaso

 

 

 

Estreno: 18 de Octubre de 1986.

Guion: Takao Koyama.

Director: Tomoharu Katsumata, Kazuhito Kikuchi y Kozo Morishita.

 

Reparto de Seiyus y de dobladores españoles:

Saori Kido: Keiko Han/Ana Isabel Hernando

Tokumaru Tatsumi: Yukitoshi Hori/Vicente Gisbert

Seiya de Pegaso: Toru Furuya/Juan José López Lespe

Jabu del Unicornio: Yuichi Meguro/José Núñez

Miho: Naoko Watanabe/Isabel Fernandez Avanthay

Makoto: Noriko Uemura/Lydia Zorrilla

Geki de la Osa Mayor: Yuji Mikimoto/Ruperto Ares

Nachi del Lobo: Hideyuki Tanaka/Jon Crespo

Shun de Andrómeda: Ryo Horikawa/Victor Agramunt

Ichi de la Hydra: Masato Hirano/Jesús Díaz

Shiryu de Dragón: Hirotaka Suzuoki/Ruperto Ares

 

Sinopsis: Enlazándose con el 1, el capítulo 2 empieza repitiendo la escena del combate del anterior entre Jabu del Unicornio y Ban del León Menor. Tras llegar al momento en que termina esa escena en el anterior capítulo, que es en el momento en que, tras derribarlo Jabu, Ban se levanta de nuevo; arranca, ya sí, éste capítulo mostrándonos que ambos personajes se lanzan al ataque el uno contra el otro y que Jabu es quién golpea primero y, por tanto, quien gana el combate. A continuación vemos a la joven que estaba viendo el combate hablando, de nuevo, con su abuelo, cuando su mayordomo la avisa de que ha llegado Seiya.

La joven, Saori Kido, da la bienvenida a Seiya y, en ese momento, se inicia una discusión entre ambos cuando, al hablarle Saori a Seiya del Torneo Galáctico, éste último se niega a participar en él y le exige a Saori ver a su hermana, de la cual fue separado por el abuelo de Saori, Mitsumasa Kido, cuando lo sacó del orfanato y lo envió a entrenarse para Caballero bajo la promesa de que si regresaba a Japón con la Armadura de Pegaso podría volver a verla.

En ese momento, aparece Jabu e interviene diciéndole a Seiya que entregue la Armadura, pero Saori interviene para parar la discusión.

 

 

Cuando al decirle ella a Jabu que si quiere pelea ya podrá luchar con Seiya en el Torneo, este insiste en que no piensa participar y que quiere ver a su hermana; Saori le dice que su hermana desapareció poco después de que él se fuera a Grecia.

Seiya intenta irse, pero entonces Saori le detiene y le propone un trato: que si participa en el Torneo y lo gana, la Fundación usará todos sus recursos para encontrar a su hermana.

En ese momento Seiya se marcha sin aceptar el trato. Pero cuando acude al orfanato en que se crió y habla con su amiga de la infancia, Miho, ésta le dice que si participa en el Torneo, quizá sea la propia hermana de Seiya, Seika, quien le busque a él al verle en la TV. Esto hace que decida aceptar el trato con Saori.

 

 

Así, Seiya participa en el Torneo y, en su primer combate, se enfrenta al Caballero de la Osa Mayor.

Al principio, Seiya lleva ventaja, pero el Caballero de la Osa Mayor, Geki, consigue cogerlo por el cuello con ambas manos y, cómo tiene mucha fuerza en los brazos, parece que va a ser Geki quien gane.

Pero entonces Seiya le agarra los brazos con sus manos y, tras romperle los brazales de la armadura y lograr separar las manos de Geki de su cuello, le derrota de lo que, en un principio, parece una única patada.

 

 

El episodio termina con Seiya siendo declarado vencedor, varios de los otros Caballeros participantes en el Torneo explicando que, en realidad, Seiya no le dio una sola patada sino que lo que hizo fue, básicamente, atacarle con los Meteoros de Pegaso, solo que lanzados con el pie en vez de con el puño; y con el locutor del Torneo explicando que Seiya se tendrá que enfrentar a Jabu en la siguiente ronda y que el ganador final del Torneo ganará la Armadura de Oro.

 

 

Claves Mitológicas y Astrológicas: Este capítulo, cómo la mayoría de los de la Saga del Santuario, apenas contiene referencias a la mitología griega más allá de que las armaduras de los personajes introducidos en éste capítulo se inspiren, en este caso concreto, en las constelaciones del Unicornio, el León Menor y la Osa Mayor.

Debido a ello y porque, precisamente por eso, aunque hablé del mito de Pegaso en las Claves Mitológicas y Astrológicas del primer capítulo, no hice lo propio con la constelación; vamos a hablar de ésta también aquí.

Pegaso es una constelación visible en el hemisferio norte que recibe su nombre del mítico caballo alado. Es una de las 48 constelaciones catalogadas por el astrónomo del siglo II d. C. Ptolomeo y una de las 88 reconocidas actualmente por la Unión Astronómica Internacional (UAI).

 

 

Con una magnitud aparente que varía entre 2’37 y 2’45, la estrella más brillante de Pegaso es la supergigante naranja Épsilon Pegasi, también conocida como Enif, que marca el hocico del caballo. Las estrellas Alpha (Markab), Beta (Scheat) y Gamma (Algenib), junto con Alpha Andromedae (antigua Delta Pegasi) forman el gran asterismo conocido como el Cuadrante de Pegaso.

Cubriendo 1121 grados cuadrados, Pegaso es la séptima constelación más grande de las 88. Limita al norte y al este con la constelación de Andrómeda, al norte con Lacerta, al noroeste con Cisne, al oeste con Vulpécula, Delphinus y Equuleus, al sur con Acuario y al sur y al este con Piscis.

Pegaso está formada principalmente por un gran asterismo cuadrado, aunque una de las estrellas de éste, Delta Pegasi, es actualmente considerada de forma oficial la estrella Alpha de Andrómeda, Alpha Andromedae.

Tradicionalmente, se considera que el cuerpo del caballo está representado por un cuadrilátero formado por las estrellas Alpha Pegasi, Beta Pegasi, Gamma Pegasi y Alpha Andromedae. Las patas delanteras están formadas por dos líneas torcidas de estrellas, una que va desde Eta Pegasi hasta Kappa Pegasi, y otra que va desde Mi Pegasi hasta 1 Pegasi. Otra línea torcida de estrellas, que va desde Alpha Pegasi hasta Épsilon Pegasi pasando por Theta Pegasi forma el cuello y la cabeza. Épsilon Pegasi es el hocico.

Cómo todas las constelaciones, Pegaso tiene varias estrellas «importantes», «destacables», esto es, estrellas que en cualquier obra de divulgación de astronomía se hablaría de ellas detenidamente; así cómo varios «objetos de cielo profundo», término con el que se designan aquellos cuerpos celestes que se pueden ver en el cielo nocturno si se mira hacia dicha constelación, pero que realmente no es que «estén» en ella. Ello se debe a que con éste término se designa a cuerpos celestes tales cómo galaxias y nebulosas y que, por tanto, no pueden estar orbitando alrededor de las estrellas de la constelación en cuestión porque todas las estrellas que vemos cuando alzamos la mirada al cielo por la noche son estrellas de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, y esos cuerpos celestes son astros que no «cabrían» en ella y/o en el espacio entre la estrella en cuestión y las más cercanas a esta.

Sin embargo, aquí no vamos a detenernos a ver las estrellas «destacables» y los objetos de cielo profundo de Pegaso porque de lo contrario, entre eso, hablar de las constelaciones del Unicornio y del León Menor, más las curiosidades que comentemos en el apartado «Curiosidades»; esta entrada acabaría siendo más larga de la cuenta.

 

 

Por ello, ahora ya sí, vamos a ver las constelaciones del Unicornio y el León Menor y los mitos asociados a estas. De hecho, al menos en parte, también por eso, tampoco vamos a hablar de la constelación de la Osa Mayor aquí. Y es que, efectivamente, uno de los motivos por los que no vamos a hablar de la constelación de la Osa Mayor es para no alargar en exceso las «Claves Mitológicas y Astrológicas» del resumen de este capítulo. Pero el otro motivo por el que no vamos a hablar de dicha constelación aquí es porque vamos a «reservarnos» hablar de ella para las «Claves Mitológicas y Astrológicas» del resumen del capítulo 74, el cual es el primero de la Saga de Asgard.

 

-Unicornio, oficialmente llamada Monoceros, «unicornio» en griego; es una constelación ubicada en el ecuador celeste descrita por primera vez por el cartógrafo alemán del siglo XVII Petrus Plancius.

 

 

Es una constelación relativamente moderna en la astronomía occidental, no formando parte, por tanto, de las 48 catalogadas por Ptolomeo en el Almagesto.

Apareció por primera vez en un globo creado por Plancius en 1612 o 1613 y fue más tarde trazada por el astrónomo, también alemán, Jakob Bartsch como «Unicornu» en su carta estelar de 1624.

Sin embargo, puede que la constelación del Unicornio sea un poco más antigua, pues los astrónomos alemanes Heinrich Wilhelm Olbers y Ludwig Ideler indicaron que quizá así fuera (de acuerdo con alegaciones de Richard Hinkley Allen), citando un trabajo astrológico de 1564 que mencionaba que «el segundo caballo entre los Gemelos y el Cangrejo tiene muchas estrellas, pero no muy brillantes». Es posible que estas referencias se las debamos al filósofo, médico, alquimista y astrólogo medieval escocés Miguel Escoto, pero se refieren a un caballo y no a un unicornio, y su posición no coincide del todo.

El erudito francés Joseph Scaliger reseña haber encontrado Monoceros en una antigua esfera persa.

Monoceros es una constelación visible en el cielo nocturno en invierno en el hemisferio norte. Limita al oeste con Orión, al norte con Géminis, al sur con Can Mayor y al este con Hydra. Otras constelaciones limítrofes son Can Menor, Lepus y Puppis.

Al no ser una de las constelaciones catalogadas por Ptolomeo en el Almagesto, Unicornio es una constelación sin mito griego asociado, es decir, por así decirlo, que no representa a ningún unicornio de la mitología griega en concreto. Sin embargo, al contrario que otras introducidas en épocas posteriores a la Edad Antigua, sí es una constelación que representa, en este caso, una criatura mitológica. Por todo esto, en este caso, aunque no podamos hablar de ningún unicornio concreto, podemos hablar de los unicornios en general.

En la Edad Antigua muchos seres míticos eran una suerte de criaturas híbridas de varios animales reales, en el sentido de que eran seres que tenían las patas de un determinado animal, la cabeza de otro, etc.

El unicornio en concreto, originariamente, era una criatura de este tipo que, en este caso, tenía patas de antílope, ojos y barba de chivo y un cuerno en la frente.

En representaciones modernas y en la actualidad, sin embargo, es plasmado como idéntico a un caballo, solamente diferenciándose de éste en la existencia del cuerno.

Aparece en muchas historias y leyendas. En la Edad Media simbolizaba la fuerza y era considerado un animal fabuloso capaz de derrotar a animales más fuertes físicamente, incluido el elefante.

Las primeras versiones del mito se las debemos al médico griego Ctesias, quien, además de médico, era historiador y que vivió en el siglo V a. C. En el año 400 escribió un libro relatando su viaje a la India. En este libro describe al unicornio como un animal silvestre de la India con la apariencia de un caballo, pero el cuerpo albo, la cabeza purpura y los ojos de color azul intenso. Su cuerno, según Ctesias, era negro con la punta roja y la base blanca, y tenía propiedades medicinales que permitían curar problemas estomacales, la epilepsia y neutralizar cualquier veneno.

Era considerado una criatura de hábitos solitarios y muy esquivo, pero igualmente agresivo, lo que lo hacía muy difícil de cazar.

Debido a las afirmaciones de Ctesias sobre las propiedades del cuerno del unicornio, durante la Edad Media, muchos nobles y hombres notables dedicaron notables esfuerzos para capturar a esta criatura para hacerse con su cuerno para consumirlo en forma de polvo en la comida y la bebida, preferiblemente en una copa hecha del mismo material.

El unicornio también simbolizaba la virginidad, por lo que se creía que su caza era mucho más fácil si a los cazadores los acompañaba una doncella virgen.

 

Tapiz que hace alusión al sentido de la vista de la serie de tapices «La Dama y el Unicornio»

 

La figura del unicornio aparece en todas las culturas del mundo, por lo que se han propuesto varias teorías para explica su origen. Todas ellas, sin embargo, tienen en común la idea de que la figura del unicornio puede estar inspirada en un animal real.

De estas, la más «exitosa», es decir, la más extendida, es que el unicornio puede tener su origen en viajes a África y a la India en los que los viajeros vieran rinocerontes y les pareciera que eran una especie de caballo con un cuerno en la frente. Esta teoría se basa en el hecho de que fueron los griegos los que «bautizaron» a los hipopótamos con dicho nombre, el cual significa «caballo de río».

Otra teoría muy popular es la que afirma que la figura del unicornio puede estar inspirada en el narval, aunque esta es, más bien, una teoría formulada para explicar el origen del mito de las propiedades curativas del cuerno del unicornio, más que del unicornio en sí. Además, en este último caso, esta es una teoría formulada para explicar el origen de la figura del unicornio marino.

El narval es un animal acuático, un cetáceo que habita en el océano Ártico y en el norte del Atlántico. Los machos se caracterizan por tener un colmillo muy largo y retorcido de manera helicoidal que puede llegar a medir dos metros y pesar diez kilos.

Así, se ha propuesto la teoría del narval porque, al parecer, los vikingos comerciaron vendiendo colmillos de narval afirmando que eran cuernos de unicornios con el objetivo de venderlos y hacerlo al mayor precio posible.

 

 

Finalmente, en la actualidad se ha postulado que la figura del unicornio puede provenir de la existencia de un animal que, en principio, vivió en el Pleistoceno y que hoy día está extinto, pero que pudo existir hasta, más o menos, después del año 5000 a. C.: el Procamptoceras brivatense.

El Procamptoceras brivatense era un antílope prehistórico de finales del periodo Villafranquiense del Pleistoceno que tenía dos cuernos muy rectos dispuestos en línea. Sin embargo, aunque eran dos, estos cuernos estaban muy próximos entre sí y se hallaban recubiertos por una especie de vaina, de modo que parecían un solo cuerno.

Los restos fósiles de Procamptoceras brivatense más recientes datan de hace alrededor de un millón de años, pero ello no significa necesariamente que no llegara a convivir con los humanos y, por ello, fuera la visión de estos antílopes la que diera origen al mito del unicornio.

 

 

 

-León Menor es una constelación pequeña y débil visible desde el hemisferio norte. Su nombre proviene del latín Leo Minor, que significa «el león menor». Es una de las constelaciones modernas, por lo que no forma parte de las 48 catalogadas por Ptolomeo. Fue descubierta por el astrónomo Johannes Hevelius en 1687.

 

 

Leo Minor es una constelación con forma de triangulo formada por estrellas muy brillantes visibles a simple vista. Es una pequeña constelación que limita al norte con Osa Mayor, Lynx al oeste, Leo al sur y con Cáncer al suroeste. Los límites oficiales de la constelación, tal cómo fueron establecidos por Eugène Delporte en 1930, son definidos cómo un polígono de dieciséis lados. Es la 64ª constelación más grande de las 88. Cubre un área de 232’0 grados cuadrados, o, lo que es lo mismo, un 0’562% del cielo.

Esta constelación tiene dos estrellas en torno a las cuales se han descubierto planetas extrasolares. La primera de éstas es HD 87883, con un planeta con 1’78 veces la masa de Júpiter y en la que es posible que haya otros planetas más pequeños. La segunda es HD 82886, que tiene un planeta con 1’3 veces la masa de Júpiter que fue descubierto en 2011.

Al haber sido descubierta en el siglo XVII, en el caso de Leo Minor no podemos hablar de ningún mito, de ninguna criatura mitológica, a la que haga referencia ésta constelación.

Sin embargo, en Saint Seiya, su autor, Masami Kurumada, sí dotó de un trasfondo mitológico a la Armadura de Bronce del León Menor.

Cómo quizá recuerden aquellos de quienes lean esto que sean fans de Saint Seiya, si observamos detenidamente tanto el casco de esta armadura cuando está en su forma object cómo la cabeza de león que adorna la cara frontal de la Caja de Pandora de ésta armadura, veremos que ambas cosas parecen más la cabeza de un perro o un lobo que la de un león.

 

 

 

Ello no se debe a que Kurumada no supiera dibujar bien la cabeza de un león ni nada de eso, sino a que, cuando diseñó ésta armadura, se inspiró en una criatura de la mitología japonesa y de otros pueblos asiáticos: el shisa.

«Shisa» es el nombre que reciben en la isla japonesa de Okinawa los shishi o Leones de Fu.

Los Leones de Fu son animales míticos originarios de la tradición budista y que, por ello, tienen una gran difusión en el Sudeste Asiático, China, Japón, el Tibet, Corea y Tailandia.

 

 

Los Leones de Fu suelen ser representados principalmente en estatuas y, generalmente, podemos encontrarlos en los umbrales de templos budistas, palacios y tumbas imperiales, en todos los edificios de la Dinastía Han y en algunas representaciones del bodhisattva Manjushri.

Aparecieron en el arte chino con la introducción del budismo como defensores de la ley y protectores.

Son considerados cómo un símbolo de protección contra malos espíritus, malas energías y malas personas; por lo que se adornaban palacios, edificios y hogares con figuras de estas criaturas que suelen venir en parejas formadas por un macho y una hembra. De hecho, cuando las representaciones escultóricas de estos seres se popularizaron tanto que incluso había estatuas de leones de fu en muchos hogares particulares, solía considerarse que el macho protegía a los miembros de la familia cuando estos se encontraban fuera de la casa y que la hembra protegía el hogar.

Suelen representarse con una o ambas patas delanteras apoyadas sobre una esfera y con los ojos abiertos y con una mirada fiera.

Es símbolo de energía y valor.

 

 

 

-Cómo ya hemos señalado, con esto vamos a dar por concluido el apartado «Claves Mitológicas y Astrológicas» de esta entrada, pues vamos a «reservarnos» el hablar de la constelación de la Osa Mayor para las «Claves Mitológicas y Astrológicas» del resumen del capítulo 74 por el motivo expuesto de que hablar de ella aquí alargaría en exceso este apartado de esta entrada.

Ello se debe a que la constelación de la Osa Mayor es una constelación reconocida no solo por la astrología y la astronomía grecolatinas, sino también por las de muchos otros pueblos del mundo.

Efectivamente, la cultura grecolatina no es la única que ha reconocido como constelación la de la Osa Mayor y ha «visto» un oso en ella, sino también muchas otras culturas del hemisferio norte de la Tierra.

Y una de ellas ha sido la nórdica, en cuya mitología se basa la Saga de Asgard de Saint Seiya.

Esto hace que, si pretendiéramos hablar de esta constelación y los mitos asociados a esta aquí, tendríamos que decir tantas cosas que, cómo decimos, este apartado de esta entrada se alargaría en exceso.

Sin embargo, lo que sí vamos a hacer aquí es hablar del mito griego en concreto con el que los helenos asociaron esta constelación. Este fue el mito de Calisto.

Calisto era una ninfa cazadora perteneciente al cortejo de Artemisa, la Diosa de la Luna. Cómo tal, había hecho un voto de castidad.

Pero el dios Zeus se enamoró de ella y, transformado en Artemisa según la mayoría de las fuentes o en Apolo, según algunas pocas fuentes, la sedujo y Calisto quedó embarazada.

Para evitar que, por ello, Calisto sufriese las iras de la diosa Hera, Zeus transformó a la ninfa en osa. Pero, finalmente, Hera descubrió la infidelidad de Zeus y pidió a Artemisa que disparase a la osa durante una cacería y la diosa de la cacería así lo hizo.

Cómo muchos mitos griegos, el de Calisto tiene diferentes versiones. Sin embargo, en este caso, en vez de diferentes versiones del mito en su conjunto, de lo que existen diferentes versiones es sobre cómo y porque murió Calisto.

Así, por ejemplo, tenemos que, según Ovidio, Artemisa mató a Calisto como castigo por romper su voto de castidad después de que Hera la transformase en osa, mientras que Higino relata que Artemisa sorprendió a Calisto bañándose en un río y advirtió que estaba embarazada. Cuando Artemisa le preguntó el motivo, como Zeus, para seducirla, adoptó la forma de la diosa de la Luna y la caza; Calisto le replicó que era culpa suya. Artemisa, enfadada por la respuesta, transformó a Calisto en osa y la expulsó de su cortejo.

 

 

Sea como fuere, Calisto murió, pero para salvar al hijo que tuvo con ella, Zeus la transformó en la constelación de la Osa Mayor, otorgándole de ese modo la inmortalidad. Zeus entregó al hijo de ambos, Arcas, a la pléyade Maya para que lo criase.

Se dice que esta constelación no se oculta nunca tras el horizonte porque la titánide Tetis, esposa de Océano y niñera de Hera, odiaba a Calisto por interponerse entre su ahijada y Zeus y, por ello, le prohibió que se sumergiese en el mar. Esto explicaría porque es circumpolar.

 

 

Curiosidades: Aunque realmente no es así, podemos decir que desde el punto de vista del argumento, el «verdadero» primer capítulo es este y que el 1 podría considerarse una especie de «capítulo 0» en tanto en cuanto que, desde el punto de vista anteriormente dicho, el capítulo 1 es prácticamente independiente de éste (y del resto) en tanto en cuanto que es un capítulo en el que, aparte de presentar a Seiya y el resto de personajes que se presentan en él, no ocurre nada más, es decir, no se da inicio aún a la historia que se nos va a contar: en lugar de eso, se nos narra cómo consigue Seiya la Armadura de Pegaso y cómo Shaina le ataca con la intención de matarle en venganza por derrotar a Cassios.

Aunque, cómo digo, no sea realmente así, se podría considerar eso porque como ya he explicado en la entrada titulada «Guía de Episodios de «Saint Seiya»: Introducción», Saint Seiya se divide en las siguientes sagas: «Saga del Santuario», «Saga de Asgard», «Saga de Poseidón» y «Saga de Hades».

En esa misma entrada también explico que, aunque no es algo oficial, sino algo que es considerado así por los fans de la serie, se considera que la Saga del Santuario se divide a su vez en varias partes menores. La primera de esas partes menores es la conocida por los fans como la parte de «El Torneo Galáctico».

Por todo esto, podemos decir que, desde el punto de vista del argumento, el «verdadero» primer capítulo es este porque es el capítulo en que empieza oficialmente la primera de las varias partes menores en las que se divide la Saga del Santuario: la de «El Torneo Galáctico».

Esta parte ha sido «bautizada» así por los fans de la serie porque, cómo hemos podido ver en esta misma entrada, es una parte en la que Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun se enfrentan entre sí y a otros cinco personajes que, como ellos, fueron reunidos por Mitsumasa Kido, los popularmente conocidos como Caballeros de Bronce secundarios; en una competición de lucha, en un torneo. Por ello, esta parte es una en la que no hay «malos» ni «buenos», todos luchan cómo unos simples participantes en una competición deportiva.

De esta forma podemos decir que incluso puede que Kurumada introdujese el arco de éste Torneo con la única excusa de presentar al resto de Caballeros de Bronce protagonistas y a los Caballeros de Bronce secundarios. De hecho, hay un detalle que podría interpretarse cómo un indicio a favor de esta teoría: el de que el Torneo Galáctico queda inconcluso porque ha de ser cancelado.

El arco del Torneo Galáctico durará hasta el capítulo 6, éste incluido.

 

-En este capítulo se nos presenta a otro de los personajes protagonistas de la serie, Saori. En este capítulo se nos presenta a Saori Kido cómo una joven de la misma edad de Seiya (13 años) y que es la nieta de Mitsumasa Kido y que, por ello y porque Mitsumasa lleva ya en este capítulo cinco años muerto, es la actual presidente de una fundación que creó Kido, la Fundación Graude. Sin embargo, este personaje acabará siendo tan importante cómo los cinco protagonistas, pues varios capítulos más adelante se revelará cierto secreto sobre ella que no voy a desvelar aquí para no hacerle «spoiler» no solo a los que no hayan visto la serie, sino también a aquellos que no tengan pensado verla pero quieran seguir la historia a través de los resúmenes que publique yo en este blog.

 

 

Por otro lado, en la misma escena en que se nos presenta a Saori, se nos presenta también a otro personaje que, si bien no es protagonista y no tendrá un papel importante en la trama, los espectadores llegaremos a conocerlo casi tan bien cómo a los protagonistas: Tatsumi, el mayordomo de Saori.

Este es un personaje que, si bien en estos capítulos se nos presentará cómo un personaje con un carácter serio y algo antipático y, en algunos, en escenas flashback, cómo que incluso maltrató alguna vez a Seiya y a los demás cuando eran niños, más adelante se convertirá en el típico personaje de manga y anime del estilo de Krilín u Oolong de Dragon Ball, en el sentido de que, cómo estos, es el que aporta el toque de humor a la serie. En el caso de Tatsumi, sin embargo, nos encontramos ante un personaje que las situaciones cómicas que protagoniza son situaciones provocadas por su carácter «gruñón». Aunque, también, cómo en el caso de Krilín, será un personaje al que veremos intentar enfrentarse a los «malos» pero ser derrotado de un solo golpe de forma cómica.

 

 

-En este capítulo se introduce la subtrama de la desaparición de Seika, la hermana de Seiya. Aunque, en este caso, más que una trama secundaria, se trata de un elemento introducido por Kurumada que ejerce el papel de ser aquello que motiva a Seiya a participar en el Torneo. Y es que, efectivamente, la de la desaparición de Seika no será una trama secundaria propiamente dicha, es decir, que no veremos a Seiya buscarla de forma activa, ni nada de eso; sino que será un «elemento» que ejercerá dos papeles, dos funciones: la que ya hemos dicho de ser aquello que motivará a Seiya a participar en el Torneo Galáctico, y la de ser la base de un misterio que no se resolverá, por un lado, hasta el final de la serie, hasta uno de los capítulos de la miniserie Saint Seiya: Capítulo de Hades – Elíseos, y, por otro, hasta la película Saint Seiya: Tenkai Hen – Overture: el misterio de la verdadera identidad de la maestra de Seiya, Marin.

 

Seika, la hermana de Seiya

 

-Saori y Tatsumi no son los únicos personajes que se nos presenta en este capítulo. También se nos presenta a Miho, una amiga de la infancia de Seiya, y a uno de tres niños huérfanos que tendrán cierta amistad con Seiya, Makoto.

 

Miho

 

Makoto

 

También conoceremos a tres de los Caballeros de Bronce secundarios: Jabu del Unicornio, Ban del León Menor y Geki de la Osa Mayor.

Por otro lado, habrá cuatro personajes que, por así decirlo, aún no conoceremos, pero tendremos un «primer contacto» con ellos. Y, de estos, dos son dos de los cuatro miembros del grupo de los cinco Caballeros de Bronce protagonistas que nos quedan por conocer: Shiryu del Dragón y Shun de Andrómeda.

Los otros dos son Ichi de la Hydra y Nachi del Lobo.

 

-La escena del combate entre Jabu del Unicornio y Ban del León Menor con la cual comienzan el primer capítulo y éste es una escena exclusiva del anime, no existe en el manga. En éste último, el capítulo del mismo que sería éste empieza con la escena de la llegada de Seiya. Precisamente porque en el manga no existe la escena del combate entre Jabu y Ban, en éste el combate entre Seiya y Geki es el combate inicial del Torneo.

 

-En este episodio se da un hecho curioso que no está claro si debe interpretarse cómo un error de continuidad o cómo un efecto dramático, una hipérbole, etc. El hecho en cuestión es que cuando Seiya derrota a Geki, a la vez que éste cae al suelo KO, la Armadura de la Osa Mayor estalla en pedazos. Sin embargo, la siguiente vez que vemos a Geki en pantalla, su armadura está intacta.

 

-Vemos por primera vez la Armadura de Oro de Sagitario, o, mejor dicho, su Caja de Pandora. En este y sucesivos capítulos se nos presenta esta armadura cómo la única de su «rango», de su clase; que existe. En este arco, esta armadura ejercerá el papel de ser, simplemente, el premio para el vencedor del Torneo. Pero, más adelante, tomará un mayor protagonismo al convertirse en el objeto por cuya posesión lucharán Seiya y sus compañeros y el Santuario.

 

-Dos párrafos más atrás hemos comentado que la escena del combate entre Jabu del Unicornio y Ban del León Menor es una escena exclusiva del anime, que no existe en el manga, por lo que, en este último, éste capítulo comienza con la escena de la conversación entre Seiya y Saori en el hall de entrada de la Mansión Kido.

Ésta no es la única diferencia que nos encontramos en este capítulo en concreto entre el anime y el manga, sino que hay varias más.

La primera de ellas la encontramos, precisamente, en la escena de la conversación entre Seiya y Saori.

La diferencia que hay entre el manga y el anime en esta escena es que, en el primero, ésta no tiene lugar en el hall de entrada de la mansión, sino en medio de una rueda de prensa que dan Saori y Tatsumi para promocionar el Torneo Galáctico.

 

-Otra diferencia entre el anime y el manga la encontramos, precisamente, en la propia existencia en éste último de la escena de la rueda de prensa: esta es una escena escrita y dibujada por Kurumada para dar ciertas explicaciones que, en el anime, se nos darán más adelante repartidas entre varios episodios. Una de esas explicaciones que ya se dan aquí en el manga es por qué se ha organizado este torneo, la cual, en el anime, se nos dará en el capítulo 3.

 

-También en este capítulo, de nuevo, hay una escena del manga que «se deja de lado» en éste capítulo para incluirla en uno posterior: la escena flashback en que Jabu le hace de caballo a Saori cuando son niños. Sin embargo, en realidad, no es que se omita, sino que, de nuevo, nos encontramos ante un caso cómo el de la escena flashback del capítulo 1 en que se rememora el entrenamiento de Seiya. Solo que, en este caso, se trata de que se incluye en este capítulo una parte de esa escena tan corta que consiste tan solo en una imagen de unos pocos segundos en la que se ve a Jabu andando a gatas con Saori subida a su espalda. La escena completa la veremos, cómo ya lo comentaré más extensamente en la entrada/resumen correspondiente, en el capítulo 42.

 

 

-En el manga, la escena de la conversación entre Miho y Seiya viene precedida de una en la que se ve a periodistas de otros países llegando en avión a Japón y a gente entrando en el coliseo construido por la Fundación Graude y sentada ya en las gradas. En las páginas en que se encuentra esta escena, los lectores podemos ver en la primera viñeta, la cual es una viñeta a doble página, el titular de una noticia de un periódico hablando del Torneo y, en la totalidad de las dos páginas que ocupa la escena, leer cinco bocadillos que se supone que son la voz de un presentador de TV del canal que está viendo Seiya en el orfanato hablando de la expectación que está suscitando el Torneo.

Lo interesante de ésta escena del manga, es que es una con la cual Masami Kurumada hizo algo que nunca se molestó en hacer el staff del anime: «darnos» a los fans, cómo mínimo, una fecha de la cual partir para establecer una cronología, una línea del tiempo, de Saint Seiya. Dicha fecha nos la da el titular del periódico. La fecha es miércoles 10 de septiembre de 1986.

 

 

-Con Saint Seiya, cómo seguramente pasa con muchos otros mangas, se da la peculiaridad de que cada capítulo del anime cubre dos del manga. Así, en este caso concreto, este capítulo del anime de Saint Seiya, el 2, cubre los capítulos 3 y 4 del manga. Por ello, en el manga, el combate entre Seiya y Geki se encuentra en el capítulo 4.

El caso es que, en este capítulo, la escena flashback del manga en que Jabu le hace de caballo a Saori no es la única que se «quita» de éste capítulo en el anime para ponerla, en este caso, en el 42 del mismo. Efectivamente, en este capítulo del anime hay una segunda escena, ésta del capítulo 4 del manga, que se «quita» de éste para ponerlo en uno posterior: la de la presentación, la del acto de inauguración, del Torneo; que se pasa al capítulo 3 del anime.

 

 

-Aunque yo aquí no voy a hablar de ello cómo tal, lo que voy a explicar ahora es también otra diferencia que hay en este capítulo del anime entre este y el manga. Y es que, aunque aquello de lo que voy a hablar es de una escena en la que también podemos encontrar una diferencia entre el anime y el manga, yo aquí voy a hablar de esa escena en unos términos que, si bien también suponen hablar de esa diferencia, son unos que suponen hablar de ella más bien desde la perspectiva de que se trata de una escena ambigua, una escena con la que, tanto Kurumada en el manga cómo Toei Animation en el anime, juegan con el lector, en el primer caso, y el espectador, en el segundo, al despiste, a hacerle creer que ha pasado una cosa cuando en realidad ha pasado otra. La escena en cuestión es la escena en que Seiya derrota a Geki.

El caso es que, en el anime, esta escena es algo confusa porque cuando Seiya parece perder el conocimiento, o lo que sea, el locutor del Torneo dice que Geki la ha roto el cuello, pero sin embargo, de repente, es Seiya quien le rompe los brazales de la armadura a Geki y no se nos explica a los espectadores porque pasa esto, porque dice el locutor que Geki le ha roto el cuello cuando no es así.

Sin embargo, en el manga se explica que lo que ha pasado es que cómo, de alguna forma pueden medir la fuerza que emplean al luchar, la intensidad de su energía cósmica, etc; el locutor creyó que Geki le rompió el cuello a Seiya porque los sensores confundieron la fuerza con que Seiya le apretaba los brazos a Geki con la fuerza con que Geki le apretaba el cuello a Seiya.

Así, en ésta escena, también hay diferencias entre el anime y el manga. Solo que, en este caso, la diferencia está en que, mientras que en el manga se le «revela el engaño» al lector por boca de un espectador que se pregunta en voz alta que si no será que lo que ha pasado es que, desde hacía un rato, los sensores habían estado midiendo la fuerza de Seiya en vez de la de Geki, en el anime se les «olvidó» esa parte.